Socialismo o Barbarie: La CMR en el Encuentro Mundial de Intelectuales y Artistas en Defensa de la Humanidad

2  Diciembre  2004

Varios camaradas de la Corriente Marxista Revolucionaria han tenido la oportunidad de participar de una u otra manera en la organización y mesas de trabajo del “Encuentro Mundial de Intelectuales y Artistas en Defensa de la Humanidad”. Varios camaradas de la Corriente Marxista Revolucionaria han tenido la oportunidad de participar de una u otra manera en la organización y mesas de trabajo del “Encuentro Mundial de Intelectuales y Artistas en Defensa de la Humanidad”. Entre ellos el camarada Hermann Albrecht, quien participó de la mesa de trabajo denominada “En Defensa de una Economía Emancipadora y Solidaria”, ocasión que aprovechó para defender las herramientas del Marxismo revolucionario como arma teórica frente a los desmanes del capitalismo y proponer como única alternativa al “modelo neoliberal” una economía nacionalizada y planificada democráticamente por los trabajadores y las comunidades.

La inauguración y el discurso del presidente Chávez

El Miércoles 1 de Diciembre en la noche se inauguró el “Encuentro Mundial de Intelectuales y Artistas en Defensa de la Humanidad” con una acto realizado en la Sala Rios Reyna del Teatro Teresa Carreño, el cual contó con la presencia del Presidente Chávez. Con su usual espontaneidad, al llegar se saltó los protocolos y la seguridad y se acercó a quienes estaban más cerca de donde estaría sentado durante el encuentro.

Luego de unas breves palabras del sociólogo Pablo González Casanova, profesor de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y del Ministro de Estado para la Cultura, Francisco Farruco Sesto, se acercó al podio el presidente Chávez. En un interesante discurso, comentó su reciente viaje por varios países y rememoró su encuentro con los trabajadores madrileños en la sede de CCOO. Recordó que hay consignas que no pasarán nunca de moda, que nunca envejecerán e hizo referencia a la frase final con que Marx y Engels terminan el Manifiesto Comunista, escrito hace más de 150 años: “Trabajadores del mundo, ¡uníos!”.

Hablando de la importancia de estos encuentros internacionales, hizo referencia a lo que denominó el debate entre Stalin y Trotsky, a lo que añadió que las soluciones para los problemas de Venezuela o de cualquier otro país trascienden más allá de sus fronteras y que es necesaria una postura internacionalista. Cabe destacar que momentos antes había hecho mención a que estaba leyendo la gran obra de Trotsky “La Revolución Permanente”. Reiteró el llamado que hizo en la sede de CCOO en Madrid, España, de construir una Internacional de lo que denomina demócratas revolucionarios, complementada con una red internacional de artistas, intelectuales y pensadores en general, haciendo referencia a la propuesta inicial dada por Pablo González Casanova en su discurso.

Con este acto se daba inicio a lo que serán varios días de discusión de diferentes tendencias dentro de la izquierda internacional, incluyendo a sectores abiertamente reformistas.

En las Mesas de Trabajo: Primeras Intervenciones

Desde las 9:00 de la mañana de ayer jueves 2 de diciembre, en el salón El Cedro del Hotel Caracas Milton, se instaló la mesa de trabajo denominada “En Defensa de una Economía Emancipadora y Solidaria”. Durante la mañana se les dio el turno a seis invitados internacionales para que hicieran sus presentaciones, que iban desde la caracterización de la situación actual de la economía mundial hasta la propuesta de una economía basada en la “ética solidaria”, pasando por análisis de la deuda externa de los denominados países del tercer mundo, la situación en países como México, Brasil y la India. La discusión abierta se dejaba para horas de la tarde, ocasión en la que pudo intervenir nuestro camarada Hermann Albrecht defendiendo las ideas, programa y métodos del marxismo revolucionario. Su presentación está siendo transcrita y estaremos publicándola próximamente en nuestra web.

El primer invitado en abrir la mesa de trabajo fue el economista argentino Jorge Beinstein (vea algunas de sus publicaciones). Se centró en caracterizar la situación actual de la economía no como una crisis del neoliberalismo sino como una crisis orgánica del sistema capitalista. Hizo referencia al fracaso histórico del keynesianismo dada las inevitables crisis de sobreproducción que genera, crisis que además se expresan en la degeneración financiera observada mundialmente. Explicó que no es correcto hablar de crisis del neoliberalismo, porque la actual situación no se debe al fracaso de un modelo particular dentro del sistema capitalista, sino a una crisis global del capitalismo.

Adicionalmente comentó la situación de la economía estadounidense e hizo referencia a que la venidera recesión económica no será un problema de una sola nación, de un solo imperio como el estadounidense, sino que marca el comienzo de una gran crisis del capitalismo. Fustigó el planteamiento de algunos economistas de izquierda que hablan de China e India como posibilidades de resurgimiento capitalista ante la debacle de los EEUU. Esto debido a que China forma parte del mismo “círculo vicioso” al depender de las exportaciones que pueda realizar a los países que ahora entran en profunda crisis.

Según Beinstein, el hecho que actualmente cientos de millones de personas han participado en experiencias de lo que denominó “democracia directa”, diferenciada de la democracia burguesa (aunque no dio ejemplos concretos de la esta “democracia directa”), permiten un fondo para construir “nuevas alternativas” ya que anteriores experiencias como la rusa tenían como trasfondo al zarismo. Finalmente, cediendo a los lugarcomunes de la burguesía, habló que ante el fracaso de las posturas de Lenin y la economía “excesivamente” centralizada en su planificación, había que encontrar nuevas alternativas, sin siquiera esbozar opción alguna.

A Beinstein lo siguió el economista estadounidense Marc Weisbrot, quien presentó un análisis de las consecuencias de los tratados de libre comercio firmados por varios países centroamericanos con los EEUU. Dada la venidera crisis económica que sufrirá Norteamérica, la opción de mercados para las exportaciones de estos países se verá reducida aún más de lo que está actualmente. Su única posibilidad de conseguir mercados en los EEUU es desplazando a países que ya están dentro, como China y México. Adicionalmente mencionó que la caída del precio del dólar se debía claramente a su sobrevaluación y que su recomendación inmediata a los países que tienen reservas internacionales en esta moneda es que se deshicieran de ellas o al menos no continuaran acumulándolas al mismo ritmo.

Habló de las medidas “neoliberales” llevadas adelante por gobiernos latinoamericanos, como el caso de Lula en Brasil, cuyo origen señaló Weisbrot en que estos países creen, equivocadamente, no tener una alternativa. También habló de la inversión social que se leva adelante en Venezuela e indicó que las cifras no son tan elevadas como para que no puedan ser implementados por otros países que no tienen grandes ingresos por concepto de renta petrolera.

Al hablar del problema de la deuda externa, Weisbrot indicó que hay un claro flujo de capital de “Sur a Norte”, es decir, de los países denominados del tercer mundo hacia los países ricos, incluyendo hacia China. Es por ello que q juicio de Weisbrot, toda posibilidad de desarrollo para estos países pasa por eliminar los pagos de la deuda. Dicho esto, habló de la actitud de Argentina y su negativa a seguir las recetas del FMI. Indicó que hay límites a lo que el FMI puede imponer a un país y que por eso habría tenido que retroceder ante la decisión del gobierno de Kirchner, concluyendo que más aún tendría que hacerlo si se da un bloque de países que decidan no pagar.

A continuación hizo su presentación el argentino Fernando López, quien centró su discurso en aspectos legales de la lucha que se llevó a cabo en Argentina frente al endeudamiento que llevaron adelante las juntas militares de la dictadura de Videla y Cía., el cual calificó de “endeudamiento internacional insostenible”. Igualmente hizo referencia al golpe de estado del 6 de setiembre de 1930 contra el entonces presidente argentino Hipólito Irigoyen, dada su propuesta de aprobar una Ley de nacionalización del petróleo y los hidrocarburos.

Eric Toussaint, del Comité por la anulación de la Deuda Externa de los Países del Tercer Mundo, centró su exposición en los problemas que representan para los denominados países del tercer mundo la deuda externa. Durante su disertación, Toussaint sentenció que “Mientras los países en desarrollo se endeudan, sus capitalistas (viejos o nuevos) mandan gran parte de sus capitales a bancos foráneos o los colocan en actividades rentistas”. Citó el caso de Brasil, donde aprox. el 70% del capital financiero está colocado en títulos de la deuda pública, en lugar de estar invertido en actividades productivas y donde el proceso de privatización del sistema de pensiones va a desembocar en una situación similar a la vivida por Argentina, en la que los ahorros de los trabajadores son colocados en bonos de la deuda pública. Indicó también que el “bloqueo de los países del sur no es debido sólo a sus burguesías nacionales, en aquellos países en los que existe, sino también por la jerarquización del capitalismo mundial”. Igualmente añadió que “no podemos esperar que las burguesías nacionales de estos países dejen de tener intereses en el endeudamiento, pues ahí también colocan sus capitales.”

Al hablar del flujo de capital Sur-Norte, indicó que en la década de los 80, la transferencia neta de capital (ingresos por nueva deuda menos los egresos por pago de deuda) fue negativa y superior a los 200 millardos de dólares. Peor aún, señaló que entre 1992 y 1996, este mismo flujo neto superó esos 200 millardos de dólares, implicando una clara sangría de capital para los países pobres. Como ejemplos concretos, Toussaint señaló que entre 1996 y 2002, este flujo neto (negativo) fue de 70 millardos de dólares para Brasil y de 12 millardos de dólares en el caso de Venezuela. Es por ello que advirtió que con los venideros e inevitables aumentos en las tasas de interés, Venezuela se va a ver en graves problemas para poder continuar las inversiones sociales y los programas de desarrollo endógeno del país. Finalmente indicó que si no se toca el capital en manos de la burguesía, no se podrán dar los cambios y que por ello considera que es necesario discutir la correlación de fuerzas actual para ver qué camino y cuál esquema seguir para llegar al desarrollo.

A esta exposición le siguió la intervención de historiador económico mexicano Eric Villanueva Mukul, ex diputado federal por el PRD. Su disertación se centró principalmente en la situación actual de México, en donde actualmente hay un 50% de la población viviendo bajo niveles de pobreza y alrededor de 20 a 25 millones de mexicanos viviendo en pobreza extrema. Villanueva habló de que calificó como “problemas estructurales de la economía mexicana”, no sólo con la deuda externo sino también con la interna. Si bien reconoció que cualquier intento de llevar actualmente reformas, incluso las más “light”, atacan directamente los intereses tradicionales de las oligarquías latinoamericanas, habló de la necesidad de conseguir “un camino económico ‘real’ que podamos seguir”, planteando la necesidad de que México asuma lo que considera tres ejes económicos fundamentales. Primero, una reforma fiscal (aunque indicó que no a la FMI) que consiga una política fiscal “balanceada”. Segunda, dado que 90% de las exportaciones están dirigidas a EEUU y Canadá, diversificar el mercado internacional de México. Finalmente, fortalecer el mercado interno, convirtiendo a los 50 millones de pobres mexicanos en consumidores con una política generadora de empleo, aumentando los niveles de ingreso per cápita y combatiendo la desigualdad social.

Como suele suceder con los reformistas, que insisten hablar de caminos “reales”, el compañero Villanueva no pudo explicar cómo compaginar la actual situación económica mundial en la que reconoce que es imposible impulsar siquiera las reformas más ligeras sin enfrentar la férrea resistencia de las oligarquías nacionales con sus planes económicos de expansión de mercados internacionales (cuando éstos en realidad están en clara contracción), de reformas fiscales (que serán claramente saboteadas por los capitalistas y oligarcas), y combate a la desigualdad social (en momentos de una grave crisis del capitalismo mundial). Pero en lo que siempre insisten los reformistas es que sus propuestas son ‘novedosas’ y ‘reales’ cuando en realidad son de las más utópicas, sin mencionar el hecho que representan un retroceso a ideas premarxistas que históricamente ya deberían haber sido superadas.

Seguidamente fue la intervención del sociólogo brasileño Ricardo Antunes, un antiguo activista del PT (habló de haber estado militando en el PT por 20 años, pero que decidió abandonarlo hace un año), quien presentó un análisis de la política económica que ha llevado adelante Lula en Brasil. Luego de hacer un recuento histórico del surgimiento del PT como una alternativa a los partidos tradicionales de izquierda, como el PCB, y de las luchas sociales en las que surgió junto a la CUT y los MST, habló el proceso de degeneración que sufrió al pasar de uno formado en las luchas sociales a uno con fines únicamente electorales. Antunes fustigó todas y cada una de las políticas llevadas adelante por el gobierno de Lula, debidas a las alianzas y pactos que hizo previo a las elecciones que lo llevaron a la presidencia en 2002. Indicó que Lula ha aceptado las políticas económicas impuestas por el FMI y el anterior gobierno burgués, llegando a exabruptos como la privatización del sistema de pensiones o la aceptación de la entrada de productos transgénicos, cediendo así a las presiones de trasnacionales como Monsanto. Las políticas antiobreras que ha estado llevando adelante el gobierno de Lula incluyen la flexibilización de la estabilidad laboral así como amenazas de Lula de vetar cualquier medida del parlamento brasileño de aumentar el salario mínimo, uno de los más bajos de América Latina. Ante este panorama, el compañero Antunes no presentó un camino alternativo, pues a su entender “el socialismo fracasó” (haciendo referencia a la caída del estalinismo, hecho previsto por Lenin y trazada brillantemente por Trotsky en 1936 en su obra “La Revolución Traicionada”) mostrando así cómo muchos intelectuales de izquierda cayeron en el juego de la avanzada de la propaganda burguesa de igualar el estalinismo con el socialismo.

El dirigente del Partido Comunista de la India, Prakash Karat, fue el siguiente en intervenir, haciendo un recuento de la situación en la India desde la importante avanzada de la izquierda, especialmente del PC, en las elecciones legislativas de principio de año. Habló de la resistencia que están llevando adelante en contra de las medidas neoliberales que está intentando implementar el actual gobierno hindú. Desde el parlamento, están cerrándole el paso a las intenciones privatizadoras del gobierno (en minoría parlamentaria), quien ha intentado modificar la legislación que impide privatizar empresas rentables o de sectores económicos rentables. Desde esa perspectiva, para Karat la izquierda de la India está en una posición de importancia histórica y podría lograr cambios importantes, con la agudización de la resistencia anti globalizadora.

Para finalizar la sesión de la mañana le tocó el turno al economista holandés, actualmente residenciado en Costa Rica, Wim Dierckxsens, cuya disertación había titulado “Una economía en función de la vida: Utopía y sujeto”. La principal línea de su propuesta era la posibilidad de conseguir un mayor bienestar con crecimiento negativo en lo que concibe como el postcapitalismo (si bien no se sabe exactamente qué es ese postcapitalismo), al aumentar la vida media de los productos y de esta manera reduciendo los niveles de producción. Indicó que a su juicio el keynesianismo fue justamente el intento de acortar la vida media de los productos para así saltarse el problema de la saturación de mercados, algo que tampoco ha conseguido. Su propuesta se basaba en la necesidad de una “ética solidaria”, con la abolición de las patentes y convirtiendo el conocimiento en patrimonio de la humanidad. Si bien hizo indicaciones correctas sobre los problemas del sistema y de la producción capitalistas, no dejó claro cómo conseguir efectivamente esa “ética solidaria”, pareciendo una propuesta al estilo de los socialistas utópicos, que creían posible convencer a los capitalistas que no era “moral” ni “ético” una excesiva acumulación de bienes y la explotación de las masas trabajadoras.

En las Mesas de Trabajo: La sesión de la Tarde

Para abrir la sesión de la tarde, en donde estaría abierto el derecho de palabra y los demás presentes podrían intervenir, los colaboradores de esta mesa de trabajo le dieron el pase a Francisco Mieres. Inició su exposición señalando su coincidencia con el planteamiento hecho el día anterior por el presidente Chávez en relación a que no hay solución nacional a los problemas que enfrenta Venezuela actualmente y continuó hablando sobre lo que él considera como de suprema importancia, que es el Foro de Porto Alegre. Sin embargo, de ahí en adelante lo que siguió fue una verborrea de críticas y análisis mecánico que no sólo era equivocado en las conclusiones que arrojaba, sino que presentaba un panorama completamente pesimista que no ajusta a la realidad que se vive. En fin, lo que si logró demostrar Francisco Mieres sin lugar a dudas es que nunca se es demasiado viejo para adolecer de enfermedades infantiles.

En respuesta a esta introducción al debate de la tarde, varios ponentes venezolanos matizaron la ponencia de Mieres. Entre ellos, el compañero Paulino expresamente hizo referencias a dicha intervención para aclarar algunos análisis errados, si bien también aportó algunas críticas nuevas, especialmente en lo que se refiere el crecimiento de la deuda interna por los malos manejos que han tenido los gobiernos regionales. Igualmente propuso la necesidad de una auditoria a la deuda externa, ya que una parte importante de esa deuda proviene del sector privado y que gobiernos anteriores decidieron asumir, en contra de los intereses de la Nación. Igualmente hizo referencia a la intervención de Dierckxsens y su propuesta de “ética solidaria”, señalando la imposibilidad de convencer de la necesidad de una ética solidaria a los explotadores e imperialistas.

Seguidamente, William, otro venezolano, insistió en matizar la intervención de Mieres, por la notoria molestia que había causado entre los asistentes, señalando que el proceso venezolano es un intento de construir una alternativa y que está en pleno desarrollo y que eso mismo lleva consigo muchas contradicciones propias de esa búsqueda de horizontes. En la misma línea intervino David Hernández, quien indicó claramente que caracterizaciones mecánicas como la presentada por Francisco Mieres no aportan absolutamente nada al debate. Señaló que las contradicciones que vive el actual proceso venezolano son propias de estar aún inmerso en el sistema capitalista. Sin embargo, al caracterizar la composición de clases del movimiento bolivariano, el compatriota Hernández sentenció que esta era una Revolución sin clase obrera y que por lo tanto no podía ser juzgada mecánicamente por lo que creemos deber ser una revolución. Si bien coincidimos en que el proceso venezolano no puede ser analizado mecánicamente, es claro que en el movimiento bolivariano está incluida la clase obrera venezolana, sólo que aún diluida en el propio movimiento. Sin embargo, cada vez que se ha puesto en marcha, como fue el caso durante el sabotaje a la industria petrolera y las experiencias de control obrero de la industria, ha mostrado su fortaleza.

Seguidamente tomaron la palabra otros dos invitados internacionales, quienes delinearon los problemas económicos a los que se están viendo sometidos sus países. Hochul Sonn, de Corea del Sur, describió la situación actual de su país, donde los estragos de las políticas neoliberales empiezan a notarse cada vez más. Webster Malido, de Zambia, comentó cómo la política de privatizaciones que ha llevado adelante el gobierno de su país ha incidido directamente en el aumento de la miseria y el desempleo. Indicó que la gran mayoría de las fábricas y parque industrial en general que fue privatizado han sido desmantelados y actualmente se encuentran cerrados. Esto también ha sucedido en el campo de la minería, especialmente del Cobre, del que Zambia era uno de los principales productores de África. Las minas de este mineral fueron en gran parte vendidas al capital privado y foráneo e igualmente se observa como la mayoría de ellas se encuentran cerradas en la actualidad. Igualmente señaló que con las medidas impuestas por el FMI las condiciones laborales están siendo cada vez más precarizadas, incluso cuando los empleados del sector público están muy mal pagados.

De Colombia, intervino Jairo Montiel, quien centró su intervención en la amenaza que representa el Plan Colombia para la Revolución Bolivariana. Haciendo un recuento histórico de los orígenes de este plan, presentado inicialmente como uno para la reconstrucción del país, de lucha contra el narcotráfico y de apoyo a la resolución de problemas sociales, comentó acerca de lo que realmente ha significado para el pueblo colombiano. Así, indicó que la defensa de la humanidad pasa por la defensa del pueblo colombiano, ya que anualmente mueren violentamente 18 a 32 mil colombianos. Adicionalmente, ninguna de las metas de solucionar los problemas sociales ha sido lograda, sino que al contrario mientras en Venezuela mensualmente se abren centros asistenciales, en Colombia cada mes se cierra un hospital importante.

Socialismo o Barbarie

Durante la sesión de la tarde, el camarada Hermann Albrecht (cuya exposición estaremos publicando próximamente) tuvo ocasión de comentar un poco sobre las intervenciones anteriores y a la vez presentar un análisis marxista de la actual situación económica mundial. Igualmente aprovechó para exponer brevemente los lineamientos de lo que, como marxistas revolucionarios que somos, creemos que es la única alternativa viable frente al capitalismo como para ser denominada “economía emancipadora y solidaria”.

Haciendo referencia a la falta de conclusiones que muchos de los que anteriormente habían expuesto o de la postura de “necesidad de buscar nuevas alternativas” ante lo que consideran el “fracaso del ‘socialismo real’ (es decir, del estalinismo)”, nuestro camarada hizo referencia a la falta de un claro entendimiento de las razones del colapso de la URSS debido a la deformación que sufrió el Estado obrero hasta degenerar en un sistema de bonapartismo proletario como consecuencia del aislamiento y la desmovilización de la clase obrera rusa luego de años de cruentas guerras. Al no haber entendido las condiciones objetivas que llevaron a la degeneración de la democracia obrera en la URSS hasta los extremos de la grotesca caricatura de que significó el estalinismo, condiciones de las que el mismo Lenin ya había advertido y que Trotsky elaboró en detalle en su magnífica obra La Revolución Traicionada se da un vacío teórico que provocó una desbandada en la izquierda internacional. Esa desbandada ha significado un retroceso histórico pues al abocarse a la búsqueda de “nuevos” modelos económicos lo que ha elaborado no son sino refritos de modelos de economías mixtas (que han fracasado estrepitosamente o están en vías de hacerlo) o incluso refritos del mismo keynesianismo que dicen criticar. En muchas ocasiones, estos modelos “novedosos” que se presentan como caminos “reales” para lograr mejores niveles de vida generalmente se basan en concepciones que no son en absoluto nuevas, pues en general podemos identificarlas con pensamientos incluso anteriores a Marx, del socialismo utópico y demás.

El camarada aprovechó para señalar los problemas a los que se ha enfrentado el proceso bolivariano, que intentando construir un “capitalismo nacional” se ha visto saboteado por todos los ángulos por la oligarquía y clase dominante venezolana, además de verse impedido de completar tal tarea por la época de crisis mundial del capitalismo. En este sentido indicó que al no haber solución a las crisis cíclicas que son orgánicas al sistema de producción capitalista, el único camino es romper con las formas de propiedad de los medios de producción actuales y avanzar hacia una economía nacionalizada y planificada democráticamente por los trabajadores y las comunidades. Al insistir en el punto de la planificación democrática citó a Trotsky quien señalaba claramente que una economía nacionalizada y planificada necesita de la democracia como el cuerpo humano necesita del oxígeno para vivir. Finalmente, recordó aquella sentencia de la gran revolucionaria Rosa Luxemburg: ¡Socialismo o Barbarie!